Las Patricias Sanjuaninas fueron una pieza fundamental en el Cruce. Ellas estaban encargadas de las labores diplomáticas como, obtener donaciones de dinero para comprar diversos objetos, la costura de los uniformes para el ejército y la militancia para que nadie se quedara sin conocer y ser parte de la empresa libertadora.
Las mujeres sanjuaninas apostaron con ímpetu este sueño de ser libertos de la opresión de los realistas. Una mujer destaca que pertenecía a este grupo era Borja Toranzo de Zaballa, ella adhirió con su familia al movimiento emancipador.
Borja Toranzo de Zaballa fue una de las primeras damas patriotas que se sumaron a la iniciativa, luego contribuyó con la preparación del Ejército de los Andes estando al frente de los aportes populares para cubrir las necesidades de transporte, abrigo y víveres para las tropas.
Como Borja otras Patricias se desempeñaron en la gesta, pero hubo una actuación fundamental y decisiva para sus vidas, esta fue hacerse cargo de toda la producción y de sus familias al partir sus maridos a la batalla libertadora. El Ejército de los Andes reclutó a todos los hombres de cuyo, por ello al partir las que tuvieron que seguir con las actividades comerciales, agrícolas y mineras fueron las mujeres sanjuaninas, que además sostenían sus hogares y la crianza de sus hijos.
Muchos de esos hombres que lucharon en el campo de batalla no volvieron, lo que hizo que ellas fueran el único sostén económico y social de San Juan, un verdadero gesto heroico.
Sin duda hoy a 200 años de esta concreción de libertad las mujeres fueron y serán la pieza fundamental que con otras, alcanzamos la independencia. Recordarlas es importante, aunque es necesario homenajearlas por su coraje y esperanza puestas en ser un país libre.