El 21 de enero arrancó la marcha el centro de la Columna Principal al mando del Brigadier Bernardo O´Higgins. Fue el nexo entre la vanguardia y retaguardia del dispositivo y "los ojos" de San Martín en el cruce.

El Brigadier chileno, hombre de absoluta confianza y amigo del Comandante en Jefe del Ejército de Los Andes, cumplió una actividad crucial a lo largo de toda la ruta pues fue el oficial que debió ir y venir, subir y bajar una y otra vez cada cuesta, hasta asegurarse que el último hombre había llegado sin novedad.

Como si fuera poco, también fue el encargado de distribuir charqui, bizcochos o aguardiente, y quien celosamente administró el uso de las mulas, muy numerosas y sin embargo, escasas para la cantidad de servicios que éstas debían prestar.

Su tarea principal fue ser "los ojos" de San Martín, quien partió unos días después. Se encargó de informarle absolutamente todas las novedades al General, debido a que la correspondencia entre ellos fue una de las piezas fundamentales en la documentación del #CrucedeLosAndes y en conocimiento de estos informes, tomó o no nuevas disposiciones.

Brigadier Bernardo O´Higgins